martes, 8 de mayo de 2007

HINCHAS EN LOS DEPORTES

El deporte, hoy en día, no es sólo un mero entretenimiento entre amigos para pasar el rato y ponerse un poco en forma, que también puede serlo; sino que ha llegado a un punto en el que detrás existe una infraestructura con cimientos bien fijados, pues han ido adquiriendo un nivel de profesionalidad que requiere una buena base en todos los aspectos: federaciones, clubs, deportistas y técnicos profesionales, contratos con marcas, derechos de imagen, ayudas de los ayuntamientos, fuerzas del Estado, y como no, los aficionados, ya que sin ellos no valdría para nada todo este trama de relaciones.

Esta semana nos centramos en el factor social, en esas personas que hacen posible que el deporte obtenga apoyo y seguimiento, y con ello que se mantenga y tenga vida. Pero cuando este apoyo es masivo se convierte en un gran negocio, en el que mucha gente quiere sacar tajada.

Existen deportes minoritarios como el golf, la hípica u otros que manejan grandes cantidades de dinero, pero no de masas de personas. Sin embargo, deportes como el fútbol o el baloncesto, además de mover mucho dinero, mueven a mucha gente. Es aquí donde aparecen los hinchas, fieles seguidores de sus equipos, que sienten los colores como si les fuera la vida en ello, pues les hace pasar momentos muy intensos. Para ciertas personas esto puede llegar a ser un modo de vida, ya que condiciona su forma de vivir por la de su equipo. Saben cada movimiento de su club y lo siguen durante toda la semana, en todos los medios disponibles, tv, prensa, radio, Internet. Todos los deportes y clubs tienen páginas web oficiales y no oficiales, así como sus seguidores (superhinchas).

Cierto es que los “grandes deportes” tienen una amplia y diaria cobertura, como ya se comentó con anterioridad en el blog, con lo que estos seguidores lo tienen bastante fácil para estar al día de sus equipos.

Convendría aclarar que existen los seguidores de un equipo o deportista, meros aficionados que disfrutan del espectáculo;y los hinchas, seguidores fanáticos que apoyan a sus equipos con cánticos y coloridos, y entre los cuales siempre existen cabecillas, que expolian a las masas, y que fundamentalmente se aprovechan de estos grupos como arma para otras intensiones. En Europa suele haber detrás un apoyo político extremista, ya sea de izquierdas o de derechas, con diversos nombres según el lugar:en España son los ultra, en Italia los tifosi, en Inglaterra los hooligan. Mientras en Latinoamérica son conocidos como barras bravas, y no suelen seguir ideales políticos. Se producen enfrentamientos radicales entre tales grupos, con las fuerzas del orden, e incluso con las instalaciones o sus alrededores. El fútbol es el deporte donde se encuentran más altercados. Hay gente que se aprovecha de estas denominaciones, y existen incluso marcas de ropa como “hooligan” donde venden sudaderas con gorros, típicas de los ultras que van provocando altercados.

Desde luego que no todos los aficionados son radicales ni buscan problemas, se trata de una minoría, pero una minoría bien organizada e incluso con apoyo por parte de algunos clubs, como pasa aquí en España el fútbol. No es fácil erradicarlo pero parece ser que a los propios clubs les interesa mantenerlas.

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